Por segundo año consecutivo, el Festival Cruïlla vuelve a convertir el escenario principal del festival en un espacio mágico gracias a la obra de Lluís Danés. Si el año pasado el director de cine, guionista y director artístico catalán ofreció a todos los asistentes del festival una puesta de escena en la que la madera, la vegetación y la naturaleza eran los protagonistas, este año el escenario por donde pasarán artistas de la talla de Jamiroquai, Pet Shop Boys o The Prodigy se convertirá en una destilería sonora.
En palabras del propio Danés, se tratará de «una escenografía que parte del concepto de destilería musical, una gran máquina llena de gramófonos que recuerda a los inventos de Julio Verne«. El artista explica que tiene «un aire mágico, sobre todo por el hecho que se modifica y adapta al momento del día y, sobre todo, a lo que está sucediendo en el escenario».
No es casualidad que el escenario elegido para desplegar toda la magia y la emoción de esta escenografía tan espectacular sea el Estrella Damm, el escenario principal del festival. Como dice Danés, se busca que el escenario, situado frente al mar, «se convierta en un gran altavoz que sume todas las voces que suban al escenario, las destile, las condense y las lance al mundo».
Como el año pasado, se trata de una propuesta ambiciosa: «El reto es enorme, pues aparte de la enormidad del proyecto, hay que ofrecer una escenografía al servicio del espectáculo, del público y del espíritu del festival. el escenario Estrella Damm pasa a ser un artista más, y esto es un orgullo enorme».
El año pasado, el artista ya explicó a APMusicales.com la tendencia estos últimos años de tematizar los festivales para conseguir diferenciarse, y destacó el esfuerzo de los promotores para coger cada vez más entidad. En este sentido, el diseñador veía en este proceso la “herencia de los festivales de Estados Unidos, que pueden ser en el desierto y en los que la gente va disfrazada. Todo con el objetivo de dar un plus al espectador”.
