Ver a un grupo de niños bailando en primera fila de un dj set no es algo muy convencional. Los festivales son sitios donde poder disfrutar con amigos, pero todavía se puede ofrecer un valor añadido: el family friendly.
Las familias son las grandes olvidadas en el ámbito, particularmente, en los festivales de música. Además, los domingos falta oferta musical y es justo ese día en el que a mucha gente le apetece un concierto a la hora del vermut mientras que se hace casi imposible dar con él. Más aún si se trata música de club, generalmente ligada a la noche.
Hoy, la generación seguidora de esas corrientes musicales ha madurado, ha tenido descendencia, pero no por eso ha dejado sus aficiones de lado. Desde el Brunch, decidimos trabajar ese concepto: un lugar pensado para este nuevo tipo de público con el objetivo de lograr que grandes y pequeños convivieran en un mismo espacio y disfrutaran juntos de un buen almuerzo en el césped, con música electrónica y sol, además de una serie de actividades en un entorno urbano al aire libre.
Se trata de plantear una propuesta de tarde, en un horario comprometido con los lunes de trabajo y que permita acercar artistas internacionales y de locales a los amantes de la música electrónica, pero saliendo del ámbito nocturno. Con un formato de mini festival, Brunch llegó hace tres años a Barcelona y ha ido extendiéndose a ciudades como Madrid y Lisboa. En él también hemos introducido un formato de vasos reutilizables para generar un 80% menos de residuos y actuar de manera responsable con el medio ambiente.
Artículo publicado originalmente en el VIII Anuario de la Música en Vivo