Ter

LOVG tiene los mejores finales de canción de la historia

Quizá haya una razón por la cual La Oreja De Van Gogh tiene fama a nivel mundial: «Sus finales son los mejores de la historia de la música». Así lanza la premisa de su nuevo vídeo la youtuber Ter. Esta arquitecta madrileña, que junta a más de 52.000 suscriptores, propone un argumento que podría pasar de exageración. Pero no, ella afirma que el grupo tiene al menos cinco finales de canción que se asemejan a cinco grandes obras de la arquitectura internacional, y lo demuestra con estrofas, vigas, piezas instrumentales y claros incorpóreos.

Para demostrar su teoría, Ter compara la forma en la que los edificios interactúan con el suelo y el final de las canciones de la banda. El primero que pasa por su análisis (bastante serio) es el Rolex Center de SANNA, que equipara con el final deDeseos de cosas imposibles. La estructura del edificio tiene claros que se abren para dar un espacio que permite que cada rincón de la estructura se llene de luz. Esto lo compara con el trabajo instrumental del final de la canción, que evoluciona a un solo de piano con toques de jazz.

El segundo en la lista es la Torre Castelar de Rafael de la Hoz. Su estructura flotante y de esqueleto de vidrio se asemeja a La paz de tus ojos. La canción tiene una estrofa que decrece al final y, justo cuando los acordes se difuminan (como la fachada de cristal del edificio), los instrumentos van desapareciendo para dejar un solo de voz que se pierde con el tiempo.

Ter continúa su argumentación fijándose en el Museo de Arte Contemporáneo de Sao Paulo de Lina Bo Bardi (con sus 10.000 m2 que se sujetan con cuatro pilares y dos vigas) y lo equipara con la canción Vestido azul. La youtuber resalta la elegancia que tiene el edificio al tocar lo menos posible el suelo. Para ella, el «mal rollo» que podría dar estar debajo de un edificio de ese tamaño con tan poco apoyo estructural es el mismo que sugiere el estribillo: «He rasgado mi vestido con la copa de vino, hoy tu amor corta como el cristal […] Con mi sangre escribo este final». Elegante pero amenazante.

La Piazza d’Italia de Charles Moore es como el pesimismo que se convierte en optimismo del final de la canción de Cuidate. La nostalgia de la canción evoluciona hacia el encuentro de dos personas que llevan tiempo sin verse, y al final se dejan de dramas para pasarlo bien. Despreocupado y un poco frívolo, como el postmodernismo, o como La Piazza d’Italia, que desde la perspectiva de planta es el mapa de Italia. ¿Pero por qué? ¡Pues por qué no, si Italia es bonita y la Piazza también!

Y por último está ‘Soledad’. Para Ter, este hit del 2000 y sus estrofas están al mismo nivel que el ingenio estético y arquitectónico de las columnas (invertidas) del Edificio Johnson Wax de Frank Lloyd Wright. Esta obra arquitectónica implementa un nuevo sistema estructural que rompe con lo que se conocía en la época. Esos pilares pudieron soportar 10 veces más de su peso máximo y hubo un evento público que lo atestiguó, un poco como un concierto. Nadie se esperaba que soportará tanto peso, al igual que nadie esperaba que los «Uh shalalas, uh shalalas» pudieran ser la pauta que soporta la estructura instrumental de ‘Soledad’.

Según Ter el álbum El viaje de Coperpot es el mejor álbum de la historia de la música del mundo… y así es cómo lo demuestra: