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Luis Felipe Palacios, nuevo rostro al frente de la SGAE

Por Bàrbara Padilla

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) tiene desde hace unos días un nuevo rostro al frente de la entidad. Se trata del zamorano Luis Felipe Palacios, su nuevo director general, nombrado por la Junta Directiva después de la jubilación de Enrique Gómez Piñeiro. No se trata de una cara nueva dentro de la SGAE, puesto que Palacios entró en la asociación como director económico-financiero el año 2012.

Palacios fue contratado ese año con el fin de sanear y consolidar la estructura financiera de la entidad, que por aquel entonces no era lo suficientemente sólida. El año 2015, la viabilidad de la SGAE estaba en riesgo por un importe de 49 millones de euros, según publicaba El Mundo. El año pasado, asimismo, Expansión aseguraba que el ente estaba “lastrado por las pérdidas y la deuda”. La fundación acababa de vender dos teatros por un total de 58 millones de euros para aligerar su deuda.

Palacios tiene 50 años y su formación es especialmente técnica: es doctor en Historia del Pensamiento Político, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Autónoma de Madrid, licenciado en Derecho en la Universidad Nacional de Educación a Distancia y funcionario en excedencia del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda del Estado y del Cuerpo Superior de Inspectores de Seguros del Estado.

Ha dedicado la mayor parte de su vida a la Administración Pública, trabajando en el Ministerio de Hacienda, en el Ministerio de Educación y Cultura y en el Ministerio de Fomento. En 2011, fue, por otro lado, director económico financiero de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado. Palacios trabajó también en las delegaciones de la Agencia Tributaria de Barcelona y Girona, donde fue jefe de la dependencia de Recaudación.

Con su nuevo cargo de director general en la SGAE, Palacios tendrá que enfrentarse ahora a un mercado cultural caracterizado por la fuerte competencia entre operadores, los nuevos hábitos de consumo de los usuarios y la estricta normativa actual. También deberá hacer frente a dos noticias polémicas que rodearon sus acciones en 2014 y 2015, respectivamente.

Según publicó El Confidencial el año 2014, Palacios habría ideado la indemnización de 500.000 euros en diferido del número dos de la SGAE, Pablo Hernández, para evadir la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y sortear al fisco. Dicha indemnización se habría disfrazado de “despido improcedente”, con el objetivo de esquivar Hacienda y evitar la retención del IRPF.

Este mismo periódico informaba en 2015 que Palacios habría sido el responsable de comunicar a los trabajadores de la SGAE vía e-mail que sus sueldos bajarían próximamente un 20%, entre 400 y 500 euros de media, debido a que su jornada laboral iba a reducirse, pasando de 40 a 35 horas trabajadas. La medida, según el medio, acabó afectando a 70 de los 460 trabajadores de la casa.