Michael Rapino, CEO de Live Nation, fue el tercer directivo mejor pagado de los Estados Unidos en 2017. Así queda reflejado en el ránking que ha publicado esta semana The Conference Board.
Según el informe, el salario medio de los CEOs en las empresas cotizadas en los Estados Unidos fue de 4,1 millones de dólares en 2017. Eso supone aproximadamente 100 veces lo que cobra el trabajador estadounidense medio, pero para los 10 hombres que están en la parte alta de la tabla es un mero error de redondeo. Sus cifras son estratosféricamente más altas.
Y aun así hay disparidades salariales incluso entres los mejor pagados. Michael Rapino, de hecho, queda lejos del CEO que está en segundo puesto, con 30 millones de diferencia. En 2017 el directivo de Live Nation ganó 70,6 millones de dólares, contando unos ingresos en concepto de bonus de 7,76 millones y otros 58,6 millones en acciones.
Rapino, quien comenzó programando a grupos en la universidad, se ha convertido a día de hoy en el «rey indiscutible de la música en vivo». Así le presentan, con razón, en la revista Forbes. También él es el hombre detrás de festivales como Lollapalooza, Bonnaroo y Electric Daisy Carnival, y de grandes giras internacionales como las de U2, Madonna y Jay Z.
Entre las conclusiones del estudio, está que la gran mayoría de ingresos de los 10 principales CEOs llegaron en forma de adjudicaciones de acciones, que prácticamente han reemplazado las opciones de compra de acciones como incentivo salarial de elección en las grandes empresas cotizadas. Según The Conference Board, las opciones de compra de acciones, que tienden a ser más volátiles y cada vez se las ve menos vinculadas al rendimiento, ahora representan solo el 13.2% de la compensación del CEO en las 500 compañías de S&P, en comparación con el 17.8% de 2010.