La asociación de salas europea Live DMA organiza cada año un grupo de trabajo para identificar los desafíos relacionados con el sector de la música en vivo. El proyecto, cofinanciado por el programa Creative Europe, pretende también proponer algunas soluciones.
Music is not Noise
A principios de 2019, se puso en marcha la iniciativa Music is not Noise. La intención era encontrar un acuerdo en referencia a las normativas de sonido que afectan a los recintos. Se trata de una problemática recurrente en la mayoría de ciudades. Las salas de conciertos no se consideran espacios de cultura, y no son protegidas como tal.
En Barcelona, por ejemplo, muchos locales han tenido que cerrar después de que se construyeran pisos a su alrededor. El sonido interrumpía el descanso de los vecinos. “Nadie tiene en cuenta que, en una ciudad como Barcelona, una actividad como la música en vivo tiene que existir. Cuando planifican cambios urbanísticos, se tienen en cuenta las farmacias, pero no que las salas de conciertos, y eso también es importante para el futuro de la ciudad”. Así lo expresaba Lluís Torrents, presidente de ASACC, en una de las mesas redonda del último Primavera Pro.
Diferencias en las normativas según los países
Durante la primera reunión del grupo de trabajo de Live DMA, realizada en febrero en la localidad de Amberes, se expuso una visión general de las normativas de sonido en Europa. Allí se comprobó que hay una divergencia absoluta en cuanto a la regulación. Hay países en los que las normativas ambientales son muy estrictas y restrictivas y otros en los que ni siquiera se tienen en cuenta. Asimismo se confirmó que la mayoría de normativas no están adaptadas a las realidades actuales del sector. Eso, se concluyó, puede amenazar a la variedad y las libertades de los locales de música, así como la propia diversidad artística.
White Paper
A partir de los debates y las aportaciones de los participantes en ese debate se realizó el primer borrador de un White paper. Todos los que intervinieron eran expertos en música en vivo asociados a Live DMA. El documento quería ser un manual de buenas prácticas en cuanto a las políticas sobre el sonido en todo el territorio europeo, con consejos para los profesionales de la industria.
Una segunda sesión del grupo de trabajo en Madrid permitió finalizar ese White Paper, que finalmente se presentó el 1 de julio. En ese encuentro se expuso el valor que tienen las salas de música en vivo para la cultura y el ocio. Así como la importancia de tener una buena política de música en vivo para tener un buen desarrollo cultural. También se manifestó la preocupación por las futuras regulaciones de ruido ambiental. Defendían que tener en cuenta las salas de conciertos es salvaguardar los derechos culturales de la música en vivo y la libertad artística.
Junto al White Paper se han recopilado y compartido recomendaciones dirigidas a las autoridades locales. Los profesionales recomiendan intercambiar conocimientos entre ciudades, contar con la opinión y experiencia de los trabajadores del sector para encontrar sinergias, hacer que las salas formen parte de los planes de la ciudad y reconocer la importancia de los clubes de música en vivo para la cultura. Además, se han redactado varias recomendaciones dirigidas a locales de música en vivo y clubes para mejorar la calidad de la música. Tratan sobre la insonorización de las salas, de protocolos de actuación ante las quejas del vecindario, de colaboraciones con otras salas para trabajar en temas relacionados con la política de sonido, así como mejorar la prevención de los ruidos fuera de los recintos en colaboración con las autoridades locales. También recomiendan informar al público sobre los riesgos potenciales de la música alta para la salud auditiva.