Artículo del director de The Project, Tito Ramoneda, para el ‘V Anuario de la Música en Viv0’
Sirva el inicio del estribillo del hit que Sole Giménez escribió para Presuntos Implicados hace ya casi 25 años para ilustrar la metamorfosis de la industria de la música. Fueron años apasionantes, momentos de cambio y auge del show business que coincidieron con el nacimiento de The Project. Unos jóvenes empresarios sobrados de ilusión y con un punto de locura propia de la edad aterrizaron con la sana ambición de hacerse un hueco en el mundo de la música y convencidos de que un nuevo modelo de promotora de conciertos era posible.
En los inicios, nuestras señas de identidad fueron la apuesta por los grupos nacionales de pop-rock, en un momento en que la figura del promotor nacional prácticamente no existía, y por los festivales de música de género como el jazz y la world music. Este eclecticismo de estilos y formatos dispersaba el riesgo económico, uno de los principales peligros de las promotoras.
25 años después ha cambiado casi todo. Han cambiado el modelo de negocio, los canales de venta de entradas, los tipos impositivos, la relación con los medios, la manera de comunicar y de llegar al espectador, el papel de las administraciones públicas… Incluso está cambiando el modelo de relación artista-mánager-agente-promotor.
Sin embargo, la esencia se mantiene intacta: el intercambio de emociones que se vive en un recinto cuando se encuentran cara a cara artista y público. La magia del directo.
Hoy, cinco lustros después, estamos orgullosos del camino andado, de los miles de conciertos realizados y de los millones de entradas vendidas. De evolucionar y haber sabido adaptarnos a los cambios. Felices de contar con la confianza de tantos y tantos artistas y de sentir el aprecio y la amistad de muchos profesionales del sector.
Seguiremos participando en esta liturgia tan apasionante que es la música en vivo con la misma ilusión y valentía de siempre. La música nos ha hecho crecer.