Este miércoles 22 de marzo ha arrancado Granada Experience, que durará hasta el día 25 de marzo y en la que habrá música, teatro, magia, danza y circo, además de conferencias, paneles y debates. De hecho, será uno de los principales puntales para la difusión de Granada como capital de la cultura europea 2031. En APMusicales.com apoyamos la iniciativa y publicamos hoy el artículo (en versión ampliada) que Pepe Rodríguez, de Musiserv, uno de los impulsores y promotor de APM, escribió para el Anuario de la Música en Vivo 2017:
Desde hace muchos años atrás, se ha considerado a Granada como la capital cultural de la comunidad de Andalucía. No hay que retroceder mucho para poder citar las aportaciones destacadas que mi ciudad ha hecho a la cultura: mitos como los Ángeles y Miguel Ríos; bandas como 091, Lagartija Nick y Los Planetas; artistas como Enrique Morente; flamencos como los Ketama; la
dinastía Habichuela; y Joaquín Sabina, ese jienense-granadino que aúna a partes iguales talento, mala folla y granadinismo militante, entre muchos otros.
Y qué decir de Federico García Lorca, el granadino más conocido en el mundo y el autor español más traducido junto a Cervantes. Inspiración de Cohen, Dylan y Reed, pero también de Patti Smith, Michael Stipe, David Byrne, Sting y tantos grandes. Con estas referencias, ¿cómo no iba a aspirar Granada a ser capital cultural europea? El objetivo siempre estuvo allí. Ya en en los 90 se aspiró a la candidatura y finalmente se la llevó Salamanca, pero la idea quedó instalada en el imaginario de la ciudad. La iniciativa Granada Experience quiere ser un punto de partida.
Reivindicamos nuestra ciudad como foco generador de talento y ofrecemos a los visitantes que acuden un espacio de debate, de intercambio de ideas entre todos los sectores de las artes escénicas y por supuesto una muestra lo más amplia posible del talento local. Enseñar nuestra riqueza monumental y gastronómica está entre los muchos atractivos.
En unos tiempos en que la cultura nacional pone como ejemplo las políticas culturales de muchos de nuestros países vecinos en Europa y como contrapunto a la situación que vivimos en España, que como mínimo podríamos calificar de compleja, la candidatura de Granada como capital cultural europea espera poder contribuir en la mejora de un sector como el nuestro, vital en lo espiritual y emocional, pero también en lo económico y laboral.
Hoy, nuestra visibilidad en Europa todavía no es la deseable, ni para artistas locales ni en el ámbito nacional. Las aventuras de nuestras bandas en el espacio de la Unión Europea se reducen a presentaciones esporádicas en capitales que suelen tener una colonia española importante. No hay un trabajo constante y global que incluya la distribución de discos, la presencia en
festivales musicales y la entrada en los medios de comunicación.
Por eso, el vínculo europeo es importante, porque en un ámbito de espacio común como es la UE, un proyecto como este implica una difusión y una puesta en valor de la identidad. Al final, todo forma parte de eso, de crear un marco expositivo de talento y reivindicación, tanto hacia nuestro propio país como para su reconocimiento en el exterior. Ese es el eje vertebrador de la candidatura de Granada a Capital Europea de la Cultura en 2031, para la cual la ciudad pretende dotarse de eventos y estrategias de desarrollo al nivel del objetivo deseado.