La música ha sido siempre la banda sonora de la vida de Azul Ferreira, una joven artista y creativa gallega que ahora emerge en la industria musical con su proyecto debut: el lanzamiento gradual de su primer álbum, co-producido junto a MALAX (Tam Tam Go!, Antonio Vega), y respaldada por Xavier Novaes. Sus influencias, que van desde U2, Peter Gabriel y David Bowie hasta Miguel Bosé, reflejan la diversidad musical que inspira su trabajo. En sus canciones, la artista comparte sus experiencias mientras se explora a sí misma, abriéndose con letras sinceras y profundas que invitan a los oyentes a viajar por su universo.
La primera píldora de las canciones que compondrán su álbum debut llegó con ‘Peluches en invierno’, lanzada en marzo. Un tema intimista en el que revela su faceta personal, transportándonos a paisajes desoladores donde el alma se enciende y se encuentra la paz.
Un mes y medio más tarde, lanzó ‘Cohete’, donde la gallega invita a reflexionar sobre cómo el miedo coarta nuestra libertad, explorando el potencial ilimitado de la explosión interior al enfrentarnos a nuestros demonios. Lo que comenzó como una producción simple y divertida en GarageBand se transformó en el estudio en un tema bailable con un vibrante estilo ochentero y electrónico, enriquecido con toques acústicos de saxofón.
Con su tercer adelanto, ‘Fall Kills’, Azul Ferreira sorprende con una composición en inglés. Esta delicada canción comienza con un sonido acústico y una voz evocadora que lentamente se transforma en una atmósfera electrónica sin perder la esencia de sus primeros acordes. La pieza es un viaje introspectivo, una lucha contra los miedos internos, nacida de la desesperación y marcada por el cambio, desde su querida Galicia hasta su nueva vida en Madrid.
Azul confiesa que siempre ha encontrado en el inglés una forma más implícita y metafórica de expresarse, aunque el español, que adoptó más tarde en sus composiciones, le parece más crudo y revelador. Sin embargo, la artista no se encasilla en un solo idioma; su creatividad fluye libremente, eligiendo la lengua que mejor canaliza la esencia de cada una de sus composiciones.
El videoclip que acompaña esta obra está realizado también por la propia artista. Es una invitación a mirar directamente a los ojos de la audiencia, reflejando la profundidad y complejidad del sencillo. Representa visualmente el caos y la belleza que habitan en la mente de Azul. La canción, al igual que su acompañamiento audiovisual, escapa de adornos innecesarios; es un acto de sinceridad y vulnerabilidad que logra tocar de manera directa a quienes la escuchan.
Muchos me hirieron y me juzgaron por no hacer las cosas de la mejor forma, pero con Fall kills acepté que hice lo que tenía que hacer de la mejor forma que supe, por mí.
Azul Ferreira
