Tras el éxito de Antónimo, Rayden vuelve a la música con otro número 1 en ventas, Sinónimo, apoyándose esta vez en el mensaje de la asociación junto a compañeros como Iván Ferreiro, Andrés Suárez o Pablo López. Con ellos crece su música y también las oportunidades de conquista de espacios hasta ahora inaccesibles al hip hop del que él procede, como cuenta en esta entrevista con APMusicales.
PREGUNTA: ¿No da vértigo, en estos tiempos en los que todo va tan deprisa, proponerse una trilogía musical tan a largo plazo?
RAYDEN: Ahora que la gente solo oye canciones, me gusta hacer una propuesta que sea tan conceptual y cerrada. Eso el público lo premia. Antónimo fue número de ventas y ya es raro que un disco de rap lo sea. Ahora que se ha constatado esa sensación de trilogía, que han visto que voy en serio, se ha vendido más solo en esta preventa que en toda la venta y preventa de la primera semana del disco anterior.
PREGUNTA: Ha sido producido por ti mismo, ¿nadie más podía hacerlo como tú?
RAYDEN: Me encontraba en un momento dulce como productor y me he atrevido a hacerlo. Además, es el primer disco que he grabado con mi banda. Hubo varios músicos que ya grabaron Antónimo, pero ahí me vi con la necesidad de hacerlo con banda.
PREGUNTA: Te has rodeado muy bien de compañeros de profesión, pero ninguno procedente del rap. ¿Por qué ellos?
RAYDEN: Que esté colaborando con gente ajena al rap no quiere decir que reniegue de ello y no quiera volver a hacerlo en el futuro. En esta trilogía me propuse las colaboraciones pensando por y para la canción, y no en mi identidad. Cuando colaboro con alguien es por mi incapacidad para llevar los temas donde quiero por mis propios medios. Dentro de mis gustos, monto en mis discos pequeños microfestivales, pensando en aquellas personas de las que soy fan.
«Que colabore con gente ajena al rap no quiere decir que reniegue de ello»
PREGUNTA: En el disco empiezas arremetiendo contra la falta de originalidad actual en la música. ¿Piensas así?
RAYDEN: Me inspiré en Rojo, la obra de Ricardo gómez con Juan Echanove, sobre los acontecimientos que se producen cuando aparece una nueva vanguardia, como un nuevo hijo que intenta matar al padre. Quería hablar de la situación musical de hoy en día, cómo la gente se pierde en el intento de denostar todo lo anterior, más que en proponer y trascender con su obra. Pienso que igual es que no se tienen propuestas. Veo mucha música de plantilla, con falta de concepto y todo el rato las mismas onomatopeyas, ya no hay silencios ni se respira en la música, nada se armoniza… El ‘autotune’ se puede utilizar para crear un efecto, pero cuando hasta en el ‘gracias’ entre canción y canción aparece, es que eres artificial hasta para agradecer.
PREGUNTA: Entre los temas hay uno titulado Hablo bajito en torno a todos los problemas con la libertad de expresión en España. ¿El daño ya está hecho?
RAYDEN: Se ha quedado una pequeña herencia de autocensura en mucha gente, pero yo siempre voy a la contra. Intento ser aún más incisivo, pero siendo elegante. Lo escribí en la misma semana en la que imputaron a un grupo de rap, habían secuestrado el libro de Fariña, habían retirado un cuadro de ARCO y, para colmo, se murió Forges. Era como una señal.
PREGUNTA: ¿En qué momento piensas que nos encontramos en cuanto a derechos y libertades?
RAYDEN: Vamos hacia atrás por la irrupción de líderes políticos. Cada lapso hay una nueva fuente de recursos, ya fuese el oro a secas, el «oro negro» (por el petróleo), el «oro blanco» (cocaína), el «oro verde» (Monsanto)… Ahora el «oro gris», que es el odio. Hay partidos políticos que están sacando rédito a eso, basculando entre el blanco y el negro para que la gente de a pie nos posicionemos de uno u otro lado y nos peleemos entre nosotros, haciéndoles el trabajo sucio.
«Se ha quedado una pequeña herencia de autocensura en mucha gente»
PREGUNTA: Ya tu anterior «tour» lo definiste como el más ambicioso. ¿Qué vas a ofrecer esta vez?
RAYDEN: Va a ser un salto. A nivel musical, estamos creciendo todos y vocalmente también yo me veo más fuerte, en parte porque voy con una de las mejores coristas del país.
PREGUNTA: ¿Has notado un mayor interés por parte de los promotores en programar tu música?
RAYDEN: Para mí la sorpresa vino al final de la gira anterior, con festivales que nos metían como conejillo de indias. Al final las críticas de medios nos ponían en el «top 3» de grandes conciertos, como en Granada Sound o Sonorama. Hacemos algo que puede estar a la par de cualquier grupo español y siento eso, que tengo una banda, no un grupo de mercenarios.
«Hay ciertas salas que siguen pensando que vamos a hacer graffitis en los baños»
PREGUNTA: En la última entrevista con Apmusicales, lamentabas que había salas en las que no podías tocar por los prejuicios contra el público de rap. Citabas una en concreto en Ciudad Real. ¿Eso ha cambiado?
RAYDEN: En Ciudad Real de hecho ya me han dejado tocar en esa sala a raíz de esa entrevista. Hay ciertas salas en cualquier caso en las que se siguen pensando que vamos a hacer graffitis en los baños. Luego me dicen: ‘Tu público es muy majo’. A ver, es un estilo de música que en España tiene 33 años. La gente ha madurado y ya no se tiene que hacer notar.
PREGUNTA: ¿Recuerdas cuál fue el artista o artistas que viste en vivo y que encendendieron en ti el deseo de subirte a un escenario?
RAYDEN: Linkin Park. La entrada me la regaló mi hermano mayor por mi cumpleaños. Tocaban Anthrax, Redman y Linkin Park. Era una combinación un poco rara y cuando vi a Linkin Park pensé: ‘Quiero esto’. En los primeros años de instituto escuchaba ya mucho rap; por aquel entonces había un repetidor que me vacilaba todo el tiempo. Me vio llegar un día con un peto anchote, como los de la época, y se reía: ‘Uuuuh, David MC, para cuándo un disco’. Me quiero encontrar a día de hoy con él y darle las gracias (risas).
La gira de Rayden acaba de arrancar y, tras una primera ronda de conciertos dentro de Inverfest y en Razzmatazz este pasado fin de semana, el artista tiene previsto actuar el 15 de febrero en Granada (Industrial Copera), el 16 en Málaga (Sala La Trinchera), el 22 en Zaragoza (Las Armas) y el 23 en Bilbao (Stage Live), entre otros lugares.