La protección de los festivales

Esta semana en una charla realizada en el marco del IFF Keynote, el fundador del veterano Rock Werchter, Herman Schueremans, ha prevenido sobre la necesidad de proteger los festivales. Los considera como los pulmones del negocio de la música en vivo. La conversación tuvo lugar junto al fundador de ILMC, Martin Hopewell.

En la charla se realizó un repaso de la trayectoria de Schueremans en el negocio, así como la evolución de los festivales. El jefe de Live Nation Bélgica, expuso la amenaza actual al ver a estos eventos como marcas, en vez de como instituciones culturales, ya que juegan un papel clave en la sociedad.

«Los festivales sostienen la industria en vivo al igual que la selva amazónica sostiene el clima del mundo», dijo. «Son los pulmones del negocio de la música en vivo, y tenemos que cuidarnos de protegerlos». Comentó también que “la amenaza se debe principalmente a los nuevos eventos organizados «por las razones equivocadas… Lo único que hacen este tipo de festivales es subir los precios», afirmó, «y la pasión está empezando a desaparecer.»

Los inicios de Rock Werchter

Hablando del Rock Werchter, evento que fundó hace 40 años, Schueremans atribuyó el trabajo en equipo y la creación de un espíritu comunitario como la clave de su éxito. “La percepción general es que las personas deberían sentirse bienvenidas en Werchter, en casa. Debería ser un lugar al que quieran ir «.

Todo empezó cuando realizaba la labor de promotor del club de estudiantes de la universidad donde cursaba Historia. Pronto decidió que donde realmente quería hacer carrera era en el negocio de la música en vivo y abandonó la universidad. «Cuando realmente quieres algo, simplemente lo haces», explica. Los ejemplos de festivales con poca organización, como Woodstock y los primeros años del festival Jazz Bilzen, estimularon a Schueremans a hacer el suyo, ya que creían que podían hacerlo mucho mejor.

Cuando Werchter empezó en el negocio, celebrar un festival en un país tan pequeño era una «desventaja», ya que era difícil persuadir a los agentes para que reservaran sus actos en Bélgica por una sola fecha. Para resolver esto, Schueremans creó festivales gemelos Rock Torhout, para ofrecer una doble cita a los agentes. Este formato fue imitado por otros promotores europeos, dice Schueremans, haciendo referencia a los festivales de Reading y Leeds del Reino Unido y al Rock am Ring y el Rock im Park de Alemania.

También hizo la reflexión de no tener una ruta o un mapa a seguir en sus inicios. Fueron inventando sobre la marcha.  Creen que estuvieron en el momento y lugar correcto. Tenían mucha pasión, amaban la música y lucharon por ella.

El clima cambiante en el sector

Hopewell estuvo de acuerdo en que Schueremans comenzó cuando hubo un «cambio de guardia» definitivo entre las generaciones más viejas y más jóvenes, por lo que el momento fue perfecto.»En esos días, podía cometer errores y, siempre y cuando se excusara, podría recuperar la simpatía», afirmó Schueremans, «pero hoy comete un error y ya lo tienes todo en contra».

Con los años, la música en vivo también se convirtió en un negocio, «con todas las ventajas y desventajas que trae». Un aspecto positivo, dijo Schueremans, es que los festivales ya no experimentan demasiadas cancelaciones. Y cree que hay que ir con cuidado para no cometer los mismos errores que las compañías discográficas, tienen que actuar con gran rapidez y de manera muy eficiente.

Por su parte Hopewell concluyó sugiriendo que la industria podría comenzar a hacer acuerdos basados en un sistema de transparencia. La pareja también expresó su disgusto por las cláusulas de exclusividad, que Hopewell señaló “que se han ido multiplicando como virus a lo largo de los años”.