Love of lesbian
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Rockvolución empresarial: Juntos ahí arriba

Me encanta cuando los músicos suben al escenario juntos, se mezclan, colaboran. Hace un tiempo vi a The Edge (guitarrista de U2) subiendo al escenario con Muse (banda británica de treintañeros que llevan la primera década del siglo XXI sacudiendo los cimientos del rock y llevándolo a su próxima vida). Hay muchas de esas colaboraciones que se han hecho famosísimas, por ejemplo la de Eric Clapton tocando con Dire Straits, o la de Slash (guitarrista de Guns and Roses) subiendo al escenario con Michael Jackson, y una infinidad de otras sublimes ocasiones. Si ve el documental de Scorsesse ‘Shine a light’ sobre los Rolling Stones verá, entre otros, a Buddy Guy y a Christina Aguilera compartiendo escenario con Keith Richards y Mick Jagger. Son momentos estelares que los fans no olvidamos.

Y es que los músicos disfrutan haciendo esas cosas. Y además se nota cuando un música es querido y respetado por los demás músicos porque todos quieren compartir escenario con él. Le recomiendo que eche un ojo al DVD del concierto 25 aniversario del ‘Rock’n’Roll Hall of Fame’, celebrado en 2009. Ahí se ve por qué Bruce Springsteen es ‘El Jefe’, por qué todos los músicos quieren tocar con él. Es una ocasión especial cuando los músicos se honran y se reverencian unos a otros. Es la forma más bonita y sana de competir.

En el mundo de los negocios ese efecto, que podríamos llamar el «efecto Bruce Springsteen», se nota en algunos altos ejecutivos. Cuando su empresa adquiere otra, la mayoría de los altos ejecutivos de la empresa comprada se quedan en sus puestos, permanecen en la empresa, porque respetan y confían en ese ejecutivo en concreto, es como un Bruce Springsteen de los negocios. En otras empresas lideradas por otro tipo de ejecutivos pasa lo contrario: todo el mundo se va antes de que el comprador desembarque. Ese tipo no se parece en nada a Bruce. Nadie quiere tocar con él…

Hay muchas lecciones importantes que aprender de los músicos, y una de ellas es la competición dignificante. ¿Cómo pueden las empresas competir dignificando a su competencia? Si está pensando en el comarketing va por buen camino, pero no ha dado en el clavo exactamente. Muchas empresas concurrentes colaboran, pero no son competencia, sino «concurrencia», es decir, empresas que concurren en el mismo mercado. Sus productos no son sustitutivos, sino complementarios. Por eso hace ya mucho tiempo que aprendieron a colaborar, porque ven el beneficio de su colaboración clarísimamente. Esa colaboración se materializa en lo que llamamos comarketing, es decir, campañas de marketing conjuntas en las que aparecen las dos marcas.

Tampoco me estoy refiriendo a lo que se conoce como coopetición (cooperación + competición). La coopetición surge cuando dos o más empresas realizan un análisis de su situación en el mercado (análisis que se basa en la teoría de juegos) y se dan cuenta de que deben colaborar para crear más riqueza (es decir, para que el pastel sea más grande). Si bien luego competirán para apropiarse de la mayor proporción posible de ella. La coopetición no es una actitud competitiva, es solamente una decisión estratégica tomada fríamente que se basa en ingresos potenciales y cuotas de mercado previstas.

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