Neil Lupin

Rockvolución Empresarial: ¿Le gustaría a Beethoven una guitarra eléctrica?

En 1969 una banda pionera del hard rock llamada Deep Purple concibió un inaudito revulsivo en el mundo de la música que desencadenaría numerosas secuelas hasta nuestros días. Era el ‘Concerto for Group and Orchestra‘, interpretado en directo con la Royal Philharmonich Orchestra de Londres. Por primera vez la nueva corriente roquera visitaba el mundo de la música clásica en un experimento muy exitoso. El concierto fue compuesto por Jon Lord, teclista de los Deep Purple (que era un músico de formación clásica) y constaba de tres movimientos.

En el primero, una orquesta clásica parecía no poder dialogar con una banda de rock de los años 60. Pero en el tercer movimiento los músicos demostraban que una banda de rock podía colaborar con una orquesta filarmónica en un ejercicio de innovación sin precedentes. Para los fans de Deep Puprle (que son muchos) ese ‘Concerto for Group and Orchestra’ constituye una hazaña histórica que pone a su música preferida (el hard rock) a la misma altura moral que la música clásica más laureada (además, no olvidemos que la pieza fue compuesta por Jon Lord).

Un par de años después, Ritchie Blackmore -el guitarrista de Deep Purple que había desertado para fundar su propio proyecto llamado Rainbow- repetía el experimento tocando de nuevo con una orquestra en su proyecto Difficult to Cure, de nuevo una hazaña para sus seguidores.

El experimento se ha ido repitiendo. La banda metalera Metallica tocó en directo con la San Francisco Symphony Orchestra en 1999 para delirio de sus fans. La banda de rock progresivo YES tocó con la European Festival Orchestra en el álbum y gira Magnification de 2001. En 2005 el guitarrista eléctrico probablemente más virtuoso del mundo, Steve Vai, tocó sus temas con la Metropole Orchestra holandesa, y en 2010 asistimos a dos eventos simultáneos: por un lado, Peter Gabriel (el primer cantante de Genesis) hizo su gira con la New Blood Orchestra versionando temas de otros artistas y temas propios de la carrera de Gabriel; y por otro lado, Sting revisitó sus temas de siempre (incluyendo su etapa junto a The Police) con la Royal Philharmonic Orchestra. Ambas giras han conseguido la admiración del mundo. Son emociones que los fans nunca olvidarán.