Tras pasar por Barcelona directa desde su actual residencia en Los Angeles, vuelve hoy a casa Lourdes Hernández, más conocida como Russian Red, para presentar Karaoke, su primer álbum en 4 años, un disco de versiones en el que ha puesto su particular color vocal al servicio de un refrito de composiciones sobre todo de los 80 y los 90 que la forjaron musicalmente.
PREGUNTA: Los karaokes fueron un elemento muy importante a tu llegada a EE.UU., ¿verdad?
RESPUESTA: No conocía a nadie y era un lugar de referencia donde me podía encontrar con la misma gente haciendo lo que era mío, cantar, como un elemento de arraigo.
P: ¿Por qué ha pasado tanto tiempo desde Agent Cooper (2013)?
R: Me comprometí con otra verdad, el amor. Me di cuenta de que mi vida se había equilibrado y de que ya no era una pequeña muchacha con el corazón roto.
P: ¿Cuánto tiempo te ha llevado realizarlo?
R: Lo he trabajado durante dos años porque no sabía lo que iba a ser. Al autoeditarme, me he adaptado a mis tiempos.
P: ¿Y cómo llevas tu faceta de actriz?
R: De momento no llegan los guiones, pero no tengo prisa. Tengo la sensación de que soy actriz, pero no de que tenga que hacer carrera de ello. Lo puedo vivir por dentro.
«Me siento actriz, pero no que tenga que hacer carrera de ello»
P: ¿Te ha servido para tu parte musical?
R: La interpretación me ha dado nuevas armas y me ha cambiado en cómo experimento el proceso creativo. Me ha expandido el interior como persona también. Necesitaba crecer y jugar con las identidades, no ser solo una cosa.
P: ¿Ha influido por tanto en tu concepción escénica?
R: Sí, mis conciertos de ahora son un formato muy vivo. Estoy añadiendo elementos escénicos para que no sea puramente musical, así que tienen mucho de teatral. Tengo amigos actores y me estoy inspirando en todos ellos.
P: ¿Por qué has cerrado tan pocas actuaciones?
R: Por necesidad, precisamente por el componente teatral, porque me apetece hacer salas pequeñas que sean teatros, salas donde me pueda sentir cerca del público y conectarme con él.
P: ¿La mudanza a Los Angeles fue una manera de huir de la popularidad?
R: No. En realidad, echo mucho de menos la densidad de Madrid y poder estar en las calles. Aquí no tengo ese perfil de artista al que la gente reconoce.
P: ¿No te has planteado aprovechar tu estancia allí para abrirte camino musicalmente en EE.UU.?
R: Mi día a día lo paso en una sala en una vieja iglesia que estionamos para eventos. La verdad es que no tengo planes de intentar desarrollar mi carrera musical allí.
«La escena musical española no está muy alejada de la de Los Angeles»
P: ¿Ves muchas diferencias entre la escena musical angelina y la española?
R: No estamos muy alejados de Los Angeles. Tanto en Madrid como en Barcelona hay una escena muy rica. La cosa es que allí, cuando empiezas a hacerte popular, te haces popular en general, en todas partes. Lo que pasa también es que L.A. es gigantesco, por lo que se multiplica por tres.
P: Y en tu ciudad, Madrid, ¿tienes algún espacio fetiche en la ciudad?
R: El Teatro Lara me parece increíble para tocar. Es muy mágico y el Círculo de Bellas Artes también es uno de mis favoritos en la capital. Además me gusta mucho la sala Sol, porque allí fue mi primer concierto grande. El otro día recordaba el día en el que salí después de la prueba de sonido y se me saltaban las lágrimas al ver una fila de gente en la calle esperando para entrar.
P: ¿Qué tal llevas el reencuentro con los escenarios?
R: A mí me gustaba hacer mis canciones en la intimidad. Estar encima del escenario era algo que me tocaba después y una parte con la que me encontraba un poco en conflicto. Fue un proceso más íntimo y gradual. Mis canciones fueron mi herramienta para que Brian (Hunt, su primer productor y expareja) se fijara en mí. Así pasó todo lo demás y yo me dejé fluir, yéndome donde tuviera que irme.
Russian Red actúa hoy en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, tras pasar el 25 de mayo por Barcelona. Son sus únicas actuaciones en España, antes de regresar a EE.UU.