See Tickets

See Tickets: Personalización y servicio llevados al límite

See Tickets nació con vocación de dar el mejor servicio a sus clientes hace veintisiete años en una pequeña tienda de discos en Nottingham, Reino Unido, regentada por Rob Wilmshurst. A día de hoy mantiene ese espíritu, formando parte del gigante multinacional francés Vivendi. Factura más de 1.000 millones de dólares anualmente, tiene más de 500 empleados, y oficinas en Reino Unido, Francia, España, Portugal, Benelux, DACH (países germano parlantes) y Estados Unidos. 

Precisamente la integración dentro del grupo Vivendi es la que le ha permitido escalar hasta los primeros puestos como una de las principales empresas de ticketing mundiales. Ya que tras haber adquirido la holandesa PayLogic y la francesa Digitick, cuenta con más de 8000 clientes en todo el mundo. 

Hasta aquí, un breve resumen de su recorrido. Pero lo que realmente le distingue de sus competidores es el gran abanico de posibilidades y flexibilidad a la hora de personalizar la tienda de tickets e integrar su sistema en las webs de sus clientes, ofreciendo un servicio y experiencia al consumidor como nunca antes lo había experimentado.  

Un ejemplo claro son los acuerdos que mantienen con varios de los festivales más grandes e importantes del mundo, como Glastonbury y Tomorrowland. En el primer caso, además, se ha llegado a desarrollar un sistema de entradas que podrían ser validadas posteriormente por medio de tecnología de reconocimiento facial.  

Para la edición de 2019, por cierto, las entradas regulares volaron en 36 minutos. “Estamos impresionados por la gran demanda que ha habido, parece que hemos llegado a números récord”, decía en Twitter una de las organizadoras del festival, Emily Eavis. Fans de todo el mundo se desplazan cada año hasta Somerset para disfrutar de la música bajo la lluvia.  

See Tickets está en nueve países, pero no se trata de entidades aisladas, sino que funciona como un núcleo. Es decir, la plataforma está diseñada para que los promotores puedan internacionalizar sus conciertos, si quieren. Pueden cerrar un acuerdo en España, poner las entradas a la venta desde la plataforma española, pero replicarlas a la vez en el resto de territorios. El promotor es quien decide dónde. Esto genera mayores ventas y atrae a público extranjero.

Es esta mentalidad abierta lo que imprime carácter. Por eso es tan importante el servicio de atención al cliente y postventa, atenderle en su idioma, ya sea español, portugués, inglés, francés, alemán, italiano, holandés, ruso, chino, japonés y árabe. Además de ofrecer la posibilidad de realizar el control de accesos a través de la aplicación. 

Incluso las herramientas tecnológicas de las que dispone tienen esta misma vocación de servicio. Como ejemplo, la plataforma de Fan Share: una comunidad de embajadores de festivales y eventos que funciona mediante un sistema de recompensas. Son embajadores porque hace tiempo que la clave está en dar poder a la gente.  

Puede hacerse. La plataforma es intuitiva y puede gestionarla cada uno: tanto grandes promotores como pequeños organizadores. Cualquiera puede generar su propia cita y ponerla a la venta en pocos clics. Es tan fácil como entrar en la web y registrarse. 

See Tickets no es solo un ticketing partner, sino que además es un socio tecnológico de las promotoras. Puede integrar todas las redes sociales, como YouTube, Spotify, Google, Facebook, Songkick, Last FM e incluso proveedores de cashless. Es gracias a esa gran librería de integraciones que puede recoger hasta tres veces más datos del comprador. Todo ello, claro está, son datos que se comparten con los clientes.

Además, tras analizar como nadie sus gustos y comportamientos, se realizan campañas de marketing y retargeting, hipersegmentadas, con la intención de ofrecer servicios y productos muy personalizados. Esta búsqueda constante de mejoras tecnológicas es la que le lleva a basar su modelo de negocio en la paquetización. Y aún hay algo más. See Tickets permite pagar en PayPal y Amazon Pay.

Luis Shawa
Country Manager de See Tickets

Este texto fue publicado originalmente en el especial décimo Anuario de la música en vivo