Artículo del codirector de Sónar, Ricard Robles, para el ‘VI Anuario de la Música en Vivo’
Sónar, desde sus inicios hace más de dos décadas, ha tenido una vocación tan global como cosmopolita. En 2002 hicimos la primera incursión internacional y en este 2014 celebraremos Sónar en Estocolmo, Reikiavik o Ciudad del Cabo, entre otras ciudades. Sónar ha organizado ya cerca de 50 festivales en 24 ciudades repartidas en cuatro continentes: Europa, Asia, África y América.
La internacionalización de la marca pasa por adaptar la filosofía del festival barcelonés a espacios y entornos singulares, con el objetivo de dar a conocer las propuestas más interesantes del talento internacional y de la escena del país donde se celebra.
Desarrollamos nuevos festivales Sónar en puntos del planeta donde creemos que los nuevos formatos, la música electrónica actual y la creación digital pueden interesar a sus ciudadanos. Gracias a la exportación del festival, podemos tomar el pulso en tiempo real de cada una de las escenas locales donde trabajamos.
La celebración de Sónar en el mundo no lo entendemos como un único viaje de ida. Se trata de crear un viaje de ida y otro de vuelta. Se trata de una operación en dos direcciones: muchos de los artistas que programamos fuera asisten después a la cita barcelonesa, y lo mismo sucede con artistas nacionales que exportamos a otras partes del planeta. En este sentido, artistas como las islandesas Sísy Ey actuaron en Sónar Barcelona (2013) después de su celebrado concierto en Sónar Reikiavik, igual que los sudafricanos Die Antwoord, que han actuado en varias ocasiones en Sónar Barcelona. En el otro sentido, los barceloneses Downliners Sekt actuaron en Sónar Estocolmo y Sónar Reikiavik (2014) para presentar su nuevo trabajo, que meses después presentaron en Barcelona.
Junto a su internacionalización y a su estratégico posicionamiento global, Sónar nunca pierde de vista sus valores fundacionales: la música, la creatividad y la tecnología.
