La octava edición de Starlite Festival ha concluido la temporada batiendo un nuevo récord. Según la promotora, la cita ha reunido en 51 días a 281.427 personas de 72 nacionalidades. Esto es un total de 420 horas de música en vivo, entre conciertos, shows, performances y sesiones de dj.
La organización da más cifras. Han hecho 25 sold out. Han acogido 170 sesiones de dj. Cuenta con más de 1.000 trabajadores. El espacio, rodeado de naturaleza, tiene unas dimensiones de 10.000 metros cuadrados. Y, según ellos, el impacto económico en la zona alcanza (directo, indirecto e inducido) los 186 millones de euros.
Han pasado por la edición de este año del festival artistas como Juanes, Il Divo, Maluma, Eros Ramazzoti, Sting, John Legend, Raphael, Melendi, Pablo López, Manuel Carrasco, David Bisbal y Miguel Poveda, entre otros. Y en las afterparties han contado con nombres como Juan Magán y Dj Nano.
Pero en el festival Starlite el cartel no lo conforman solo los artistas que están sobre el escenario. Tan importante o más son las celebridades que acuden como público.
Ha sido el caso en esta edición de Antonio Banderas con las gemelas Kimpel, la princesa Marta Luisa de Noruega, Dennis Quaid, Adriana Lima, Paula Echevarría, Valeria Mazza y Alejandro Gravier, Jaime de Marichalar y su hija Victoria Federica, Borja Thyssen y Blanca Cuesta, Maribel Verdú, la princesa Lilly Wittgenstein, Diego Simeone y Carla Pereyra, Amaia Salamanca, Eugenia Silva, Miguel Poveda, José Mercé, Pablo Alborán, Jose María Cano, Natalia Verbeke y Carmen Lomana, entre otras caras conocidas. El festival llega a ponerle una cifra: alrededor de 400 celebridades.
¿Por qué en Starlite?
La pregunta ineludible es qué es Starlite. Desde la organización lo definen como «una plataforma que aúna a grandes artistas nacionales e internacionales del mundo cultural y social». A partir de ahí emergen tres ramas: el festival, la fundación y Starlite Universe. Esto último es un «retail experiencial» en el que los famosos exponen sus propias marcas.
Para entender el modelo, hay que saber quién es Sandra García-Sanjuán, la empresaria que lo impulsó. Hace unos días hablaban de ella en Vanity Fair. Ella es la primogénita del matrimonio formado por el empresario inmobiliario Pedro García-Sanjuán, ex dirigente del CD Tenerife y cónsul honorario de Chile en Santa Cruz de Tenerife, y de Carmen Machado.
De muy joven ya estaba muy bien relacionada y empezó a colaborar con revistas como La moda en España y Paris Match. Acudía a los desfiles y empezó a ir a fiestas, de manera que su agenda de famosos crecía. Poco a poco, según cuenta, las empresas empezaron a contactarla para que ella les hiciera de vínculo con esos famosos y famosas con los que aparecía en las fotos de esas fiestas. Esas llamadas acababan con acuerdos para realizar campañas.
Un día, nada menos que Naomi Campbell le dijo que eso era un trabajo y que tenía que cobrar por ello. Y fue así como se hizo bróker de famosos. En 1993, con 26 años, montó Avory Celebrity Access, una empresa de contratación de famosos que ha logrado consolidarse como una de las agencias más potentes del show business patrio.
Carlos Slim, Sharon Stone y Alejandro Sanz han estado en su cartera. También Julio Iglesias, Bill Clinton y Gorbachov. Starlite es solo una extensión natural de todo aquello. Más que un festival es un catálogo. Entre el público es habitual ver a Froilán y Victoria Marichalar, Hubertus Hohenlohe, las princesas Sara y Aisha de Jordania…
