Sí, el término «swiftonomics» ha surgido para describir el impacto económico generado por la cantante Taylor Swift. La fórmula es más bien sencilla, por cada 100 dólares invertidos en sus conciertos, se generan aproximadamente 300 dólares adicionales en sectores como hoteles, restaurantes, transporte y ventas de productos. Esto eleva el impacto total por asistente a 1,300 dólares. Según estimaciones de Bloomberg Economics, Swift contribuyó con 4 mil millones de euros al PIB de Estados Unidos el año pasado.
Un solo concierto de Swift genera ingresos comparables a los de la Super Bowl, el mayor evento deportivo en Estados Unidos. Mientras que la Super Bowl ocurre una vez al año, Swift dio 53 conciertos solo en Estados Unidos durante la gira del Eras Tour. Cuando Swift apareció en la Super Bowl para abrazar a su novio, Travis Kelce, jugador de los Kansas City Chiefs de la NFL, las ventas de las camisetas del deportista aumentaron un 400 % de la noche a la mañana.
En Japón, los conciertos de Swift representaron el mayor evento musical en términos de impacto económico previsto. Tokio experimentó un aumento del 25 % en los ingresos cada noche durante la gira.
No sólo impacto económico, también geopolítico y cultural
El impacto de Swift se extiende incluso a la geopolítica. Recientemente, surgieron tensiones entre Tailandia, Filipinas y Singapur de la ASEAN debido a un acuerdo de exclusividad con Swift, que impidió que actuara en otros países del sudeste asiático.
Taylor Swift ha dejado una marcada impronta cultural. Ciudades como Minneapolis la han bautizado cariñosamente como «Swiftieapolis», mientras que en Santa Clara fue nombrada alcaldesa honoraria. Políticos de diversas partes del mundo la han invitado, reconociendo su influencia como una fuerza capaz de fomentar la prosperidad y el reconocimiento de la comunidad.
«Swiftie», entre las palabras del año en idioma inglés elegidas por la Universidad de Oxford. El fenómeno «swiftie» ha sido objeto de análisis durante mucho tiempo. Ha generado investigaciones académicas, artículos periodísticos e incluso tesis que reflexionan sobre las diversas facetas de la figura de Taylor Swift. Tras un año de fervor global con su gira «The Eras Tour», la Universidad de Oxford seleccionó este término como una de las palabras del año en 2023.
El «fanilecto», una nueva expresión en el lenguaje coloquial que llega al Senado de Estados Unidos. La cita de letras de Taylor Swift se ha convertido en un fenómeno lingüístico genuino. Los Swifties, fervientes seguidores de la cantante, podrían haber dado origen a una nueva forma de expresión en el lenguaje coloquial, conocida como «fanilecto». Frases como «Blank Space, baby», «red lip classic» o «look what you made me do», junto con innumerables referencias a bufandas perdidas, son solo algunas de las formas en que los fans de Taylor Swift se comunican en código a través de subreddits y Twitter.
Esta fluidez con las palabras en el trabajo de un artista se convierte en un tipo de moneda de cambio dentro de comunidades de devotos altamente cohesionadas. Por lo tanto, resultó llamativo que el lenguaje de Swift llegara al Senado de Estados Unidos.
Fue a principios de 2023 durante una audiencia del Comité Judicial del Congreso de EE. UU., en la que el presidente de Live Nation Entertainment fue interrogado sobre la posibilidad de que el gigante de los conciertos fuera un monopolio. A lo largo de la audiencia, los legisladores de ambos partidos hicieron referencias irónicas a las letras de las canciones de Swift con frases como «I’m the problem. It’s me», replicó el senador Richard Blumenthal, citando el reciente éxito de Swift «Anti-Hero».