Una infiltración, un escándalo periodístico y una demanda colectiva. La historia lo tiene todo. Ahora en Estados Unidos, como ya sucedió en su momento en Italia, Ticketmaster vuelve a estar bajo sospecha.
A pesar de que en diversas ocasiones también asociaciones como FACUA -entre otros- han denunciado a la multinacional por fraude en los conciertos, desde España se desmarcan de la polémica: “Ticketmaster España no opera en el mercado secundario ni cuenta con herramientas para ello. Trabajamos para asegurarnos de que las entradas sean adquiridas por los auténticos fans y nuestro objetivo es continuar dedicando todo nuestro tiempo y recursos para que así sea”, ha afirmado la compañía.
Y aclara: “El mercado de Ticketmaster España cuenta con unas particularidades distintas al americano. De hecho, en agosto Ticketmaster anunció en nuestro país el cierre de Seatwave para crear en su lugar una plataforma de intercambio de entradas entre particulares”.
La denuncia
Esta vez, según ha anunciado The Hollywood Reporter, la corte federal de California ha emitido una denuncia en la que acusa a la empresa de llevar a cabo “prácticas comerciales desleales y de haberse enriquecido injustamente”. De hecho, aclara: “Ticketmaster no se ha desprendido de los revendedores porque resulta que ha estado trabajando con ellos”.
La demanda llega después de una investigación periodística llevada a cabo por los medios canadienses CBC y Toronto Star, que se infiltraron en un congreso sobre música haciéndose pasar por revendedores. Allí, profesionales de Ticketmaster les aseguraron que la compañía no solo permitía a los revendedores usar ‘bots’ e identificaciones falsas para comprar tickets, sino que lo fomentaban a través de un software llamado TradeDesk.
De hecho, la CBC afirmó que había llegado a encontrar un manual oficial de la empresa en el que se hablaba de un “programa de recompensas para los revendedores profesionales asociados” por el aumento de ventas año tras año. Ticketmaster negó esa información.
La defensa
Poco antes de que se hiciera pública la denuncia, el presidente de Ticketmaster Jared Smith ya había ofrecido una entrevista a Billboard asegurando que la empresa no permitía ese tipo de malas prácticas internas, pero admitió que no estaban supervisando suficientemente a TradeDesk en busca de violaciones de sus términos y condiciones.
«No lo aprobamos y nos aseguraremos de que no haya personas que estén violando claramente nuestras políticas», sentenció Smith a Billboard. “Siempre es frustrante cuando hay una brecha tan grande entre cómo se percibe la empresa y las magníficas personas que trabajan para nosotros. He estado haciendo esto durante 15 años y sentado en esta silla durante cinco. Entre la gente de Live Nation y la gente de Ticketmaster, nunca me he sentido más orgulloso de las personas con las que trabajo”.
Además, detalló que la “reventa es una parte muy, muy pequeña de los beneficios de la empresa” y sostuvo que si el mercado de la reventa existe, ese es un servicio que hay que dar. “Si nosotros no estuviéramos en él, habría otra gente”.
Con todo, el directivo admitió que “claramente” había algunas cosas que no se estaban haciendo “lo suficientemente bien”. Y agregó: “Aprenderemos de ello y haremos algunos cambios. Me alegro de que vayamos a hacer esos cambios. Creemos que hay que hacerlos”.