Un nuevo escenario para la negociación con SGAE

A finales de 2014, la Comisión Nacional de la Competencia falló a favor de la APM en la disputa abierta contra SGAE y declaró que la tarifa del 10% en concepto de gestión de derechos de autor en la música en vivo es excesiva, e impuesta abusando del monopolio que ostenta SGAE. Desde entonces, se ha abierto un nuevo escenario en la relación entre promotores y la sociedad. En este conflicto, el abogado de Rossy & Associats, Gabriel Rossy, quien representa a APM en este contencioso contra SGAE, explicó que la resolución se encuentra actualmente en discusión ante la Audiencia Nacional, pendiente de alegaciones y contraalegaciones y que, al mismo tiempo, la negociación entre ambas partes sigue abierta para llegar a un entente. Esta nueva relación entre promotores y entidades de gestión fue el tema de debate en la conferencia de la APM en el encuentro profesional del Primavera Sound.

La representante de la promotora Legal Music y miembro de la junta directiva de la APM, Patricia Gabeiras, recordó que los promotores están “acostumbrados” a que se les imponga una tarifa indiscutible. “Sin embargo, la nueva Ley de Propiedad Intelectual y la resolución de Competencia nos dan el derecho a poder negociar esa tarifa, según las necesidades de cada show”. Tal y como señaló Gabeiras, lo que esto supone es que SGAE debe pasar a tener un papel negociador, renunciando a su tarifa fija y atendiendo las especifidades de cada situación. “En iguales circunstancias hay que aplicar los mismos criterios, pero la tarifa siempre debe ser negociable”, añadió.

Uno de los casos en que se podría aplicar una tarifa diferente es en el de los festivales. Precisamente, desde la APM se está liderando la negociación con SGAE para lograr una tarifa propia para estos eventos, que tienen unas características propias, con costes de producción e incluso musicales muy distintos a los de un concierto convencional. “Hay que construir un recinto, se contratan a centenares de bandas y se hace un uso desigual del repertorio de SGAE, por lo que necesariamente hay que valorar estas circunstancias a la hora de fijar un precio para los autores”.

Gabeiras considera que la tarifa del 10% debilita la capacidad de competencia de los promotores españoles en comparación con otros países con tarifas por autores menores. La nueva situación podría solucionar esta situación abriendo la puerta a negociar directamente con la entidad gestora del país de origen de la banda o, incluso, con la propia editorial.

Puertas cerradas
Sin embargo, la situación no es tan sencilla. “Estamos intentando cambiar prácticas que se arrastran desde hace mucho tiempo”, explica el abogado Gabriel Rossy. Según su criterio, el nuevo escenario debe normalizar las relaciones de los promotores con SGAE hasta el punto de decidir si quiere negociar la tarifa a aplicar con ellos, hacerlo con la entidad de origen, con una editorial o hasta con el propio artista. ¿Eso se da hoy? “La realidad es que las vías están muy cerradas. Desde 2006, SGAE permite formalmente dirigirse a otras entidades, pero si lo haces te encuentras con su negativa. Las entidades de gestión se protegen entre ellas desde hace décadas. No pisan el terreno de otros”, advierte.

A pesar de esa situación, Rossy considera que estamos “en medio de una tormenta perfecta, en la que todo ha sucedido a la vez: la resolución de la CNMC y la nueva Ley de Propiedad Intelectual” que va camino de cambiar el terreno de juego. “Todo esto empieza con la entrada de España en la UE. Antes, que hubiera monopolio era normal, pero cuando entramos en Europa empezamos a aprender que existía el derecho a la competencia, y eso llevó a cambios en muchos mercados, pero no en el de las entidades de gestión de derechos. La ley europea no prohíbe que existan monopolios, pero sí castiga aprovecharse de ellos para imponer condiciones abusivas. Y lo que pretendemos es que las relaciones con SGAE sean iguales que si hubiera varias entidades o que si los promotores pudieran dirigirse directamente a las entidades de gestión extranjeras para contratar con ellas las licencias de sus autores”.