En vivo y en streaming. Son las formas más populares de consumir música. El dinero que quizá antes un usuario se gastaba en discos físicos, ahora prefiere invertirlo en conciertos y en suscripciones premium de las compañías como Spotify, Deezer, Tidal o Apple Music. Es lógico pensar que estas dos industrias quieran unirse para ofrecer una mejor experiencia al consumidor.
Hablamos con Vladimir Klimov (encargado de coordinación y desarrollo en Deezer) sobre cómo se relaciona una de las mayores compañías de música en streaming con el sector de la música en directo. «La música en vivo es muy importante para nuestros usuarios y por ello nos asociamos con muchos festivales y shows en varios países». En Francia se han asociado con festivales como Hellfest, Eurockeennes o Fnac Live. En Inglaterra graban sesiones íntimas con los artistas. En España todavía no han dado el paso. Su apuesta aquí ha sido por ahora su programa Deezer NEXT, con el que ofrecen a los talentos emergentes campañas de marketing para que su música llegue a más personas a través de la propia plataforma. Mala Rodríguez, Viva Suecia y Guadalupe Plata han formado parte del proyecto y este año lo harán Marta Soto, El Kanka y LA.
A día de hoy, la empresa no se plantea pisar el terreno de las ticketeras, pero Klimov asegura que están «interesados en trabajar con el resto de la industria para garantizar que el modelo de negocio continúe evolucionando y sea lo más equitativo posible», aunque admite que «es un proceso complicado, y hay muchas perspectivas diferentes que deben tenerse en cuenta».
Pero, ¿cómo compite Deezer con corporaciones como Google o Apple? «Como uno de los pioneros en la transmisión de música, siempre nos hemos esforzado por crear la experiencia más personal posible para nuestros usuarios», afirma Klimov. Lo ejemplifica con su servicio Flow, un sistema de algoritmos inteligentes que utilizan lo que escucha el usuario para recomendarle nueva música de manera personalizada. Cuanto más se utiliza Deezer, más inteligente es su sistema. Pero la competencia ofrece esos mismos servicios. Discover Weekly y Spotify Taste Profiles son un buen ejemplo de ello. Playlist creadas por expertos, la posibilidad de mirar las letras de canciones y escuchar música en 16 bits, incluso mientras se juega a la Xbox, son algunas otras opciones ofrecidas por Deezer.
Pero vayamos a los datos globales para entender mejor la industria en la que operan estas plataformas. Las cifras de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés) muestran que la música grabada ha crecido un 6% en 2016 a nivel global respecto al año anterior. Mientras que hay una caída del 7% en los ingresos por venta física, los ingresos en la industria del streaming han subido un 60% (ambas cifras, de nuevo, a nivel global). En España, «el 55% de las personas escuchan música con un proveedor de música en streaming«, anuncia Klimov, quien añade que «el streaming se está volviendo más convencional».
Seguimos con cifras porque 53 millones de canciones y 14 millones de usuarios activos alcanzan para un buen análisis de datos, así que por último hablamos de tendencias de consumo en el mercado español. «De acuerdo con nuestro editor de música, se considera que aproximadamente el 70% de la música que se consume en España es música cantada en español y el 30% restante es cantada en inglés», expone Klimov. Con una visión más global, añade que «actualmente, la música latina está experimentando un dulce momento en todo el mundo, incluso en los mercados anglosajones, y por razones culturales, nuestro país es el que más ha notado esta influencia».
Según Klimov, «el streaming ha ayudado a la industria de la música a crecer». Pero, reflexiona, no podemos olvidarnos de que «la música no es solo tendencias y algoritmos«. Cree que la tecnología está mejorando la industria, pero también que la parte humana juega un papel vital: «Un toque humano es tan importante ahora como lo ha sido en décadas anteriores».
